Me dijistes no
Lo tenía todo preparado para que fuera perfecto
Te llame para salir a cenar y pedirte que te casaras con migo
Me hacía mucha ilusión
Tú me dijiste un no rotundo
Me puse a llorar tanto del disgusto
Que mis lágrimas al verme tan triste,
Fueron a tu casa a llamar a tu puerta
Para saber el no tan rotundo.
Abriste la puerta a las lágrimas
Le explicaste que no estabas preparada
Pues no sabias cocinar, planchar ni hacer las labores de la casa.
Las lagrimas te dijeron él no quiere una esclava.
El quiere a una mujer que querer, cuidar, amarla y
Hacerla dichosa todos los días de su vida
Para ser correspondió con lo mismo.
Muy emocionada cogiste a las lágrimas
En un pañero lleno de amor y dulzura.
Fuiste a mi casa entraste y sin mediar palabras
Me distes un apasionado y largo beso de amor.
Después me dijiste si quiero casarme con trigo.